¿Qué sería de la historia si personas como la Madre Teresa, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr o Winston Churchill no se hubieran preocupado por las personas?

¿Cree usted que habrían estado dispuestos a incluso dar hasta su vida si el interés hubiese sido simplemente el poder de una posición?

Estos y otros grandes líderes nos han enseñado que un buen líder nunca deja de cuidar a las personas; es importante ser conscientes de esta importante característica y preguntarnos: ¿Qué tanto cuido a mi gente?, ¿Qué tanto cuido a mi familia?, ¿Qué tanto cuido a mi equipo?, ¿Qué tanto cuido a mi país?Un Lider Cuida de Su Gente

Un estudio realizado a 16 mil ejecutivos hacia algunos años por  una empresa llamada Teleometrics International reveló que un 13% de ellos eran considerados como grandes triunfadores; y éstos demostraban la tendencia de preocuparse por las personas tanto como por las ganancias. El estudio continúa revelando que los ejecutivos “promedio” se concentraban más en la producción y que los ejecutivos de bajo rendimiento se preocupaban más por su propia seguridad.

A mi criterio, este estudio revela la gran diferencia entre un Gerente y un Líder. Los gerentes que se han preocupado por desarrollar sus habilidades de liderazgo son quienes a la postre llegan a obtener los mejores resultados, se salen del promedio y se ganan el título de líder. Ya he compartido en otras ocasiones que uno de los grandes mitos del liderazgo es creer que porque tengo el puesto soy el líder.

Hace unos días en uno de nuestros Grupos de Mentes Maestras comentábamos la siguiente frase: “Muchos líderes aman su posición más que a su gente. Cuando esto sucede, ellos pronto pierden su posición“.
Esta frase se presta para un buen análisis; si bien puede dar la perspectiva de que si usted como líder se preocupa más por su posición que por su gente, pronto podría perder su trabajo; en realidad la frase va más allá y lo que nos quiere decir es que ante esta situación, es inevitable que muy pronto usted como líder pierda ese título; bien podría mantener su puesto pero más temprano que tarde surgirá alguien sin posición que asumirá el liderazgo.

Esto sucede muy a menudo a personas en posiciones de influencia que tienen un tope muy bajo en su liderazgo, quienes tienden a preocuparse más por “asegurar” su posición que por cuidar de su gente y ayudarlos a crecer.

Es importante tener presente que cuidar a las personas nunca debe significar “sobre protegerlas” previniéndolas de experimentar e incluso fracasar eventualmente pues con esto solo logra ponerle un techo a su potencial; y tampoco significa cuidarlas solamente porque necesita algo de ellas; esto en realidad se llama conveniencia y al final termina creando lo que algunos llaman “La Comunidad del anillo” o la popularmente llamada “argolla” (grupos de preferencia – para quienes estén en otros países).

Cuidar a otras personas significa comprometerse con ellos; se trata de tomar el tiempo intencionalmente para conocerles, para comprender cuales son sus aspiraciones y como líder ver de que manera ayudarles a lograrlas. Significa elevarlas a un nivel mayor; ayudarles incluso a ver el potencial que ellas mismas no ven.

¿Ha tenido alguna vez un jefe que nunca se preocupó en los más mínimo por usted? alguien a quien solamente le importaban los números y la producción. Yo sí los tuve en varias ocasiones y también tuve grandes líderes que me guiaron y ayudar a desarrollar habilidades que en su momento yo mismo no creía tener.

¿Cuál de los dos tipos cree usted que logró mejores resultados?

¿Cuál de los dos tipos es usted? de los que cuidan o de los que sólo piensan en los números?

Le invito a compartir sus comentarios, me encantaría conocer qué experiencias ha vivido usted sobre este tema.

Un líder comparte...Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Email this to someone
email

Comentarios

Comentarios