Recientemente he tenido la oportunidad de reflexionar acerca de ciertas situaciones laborales que de hecho suceden muy frecuentemente pero que a veces por la misma frecuencia llegamos a obviar; estoy hablando de la famosa zona de comfort.

Este es un término muy en boga estos días; sin embargo, es interesante ver cuan fácil se hace el “apreciar” (por no decir criticar) al compañero, colega, amigo o conocido que a nuestro criterio se encuentra en su zona de comfort pues no lo vemos “rindiendo” como a nuestro juicio consideramos que podría hacerlo pero…la pregunta que quisiera hacer hoy es: ¿Te has cuestionado a ti mismo si te encuentras en tu zona de comfort?

Yo he hecho la prueba y he podido constatar que la mayoría de las veces la respuesta es que no; esto de acuerdo a nuestra propia percepción según lo que está sucediendo en el momento pero ¿que sucede cuando el destino se encarga de hacerte una zancadilla? En otras palabras, que sucede cuando llega a nuestras vidas una situación de cambio que te hace replantearte todo lo que está sucediendo a tu alrededor, un cambio inmediato que te involucra a ti mismo?

Es en estos momentos cuando verdaderamente nos preguntamos a nosotros mismos: ¿Será que he estado en mi zona de comfort y no me había dado cuenta? Y es precisamente aquí cuando surge la ansiedad que nos lleva a querer rechazar el cambio; parte de esa etapa de negación pues de alguna manera sentimos que no estamos listos.

He podido ver esta situación suceder muy recientemente a alguien a quien aprecio mucho y yo mismo lo he experimentado en muchas ocasiones mas la buena noticia es que lo que sucede después de esa “zancadilla del destino” depende totalmente de nosotros y es por tal razón que se vuelve crítico como buenos líderes de nuestro propio destino y de nuestros equipos de trabajo el mantener una actitud positiva y una visión o meta claramente definida que queramos alcanzar y a continuación elaboro un poco sobre estas dos características de un líder:

  • Actitud Positiva: no se trata de maquillar las realidades que suceden y mostrar una careta de felicidad que oculte el verdadero sentimiento sino mas bien es precisamente saber analizar con cabeza fría lo que sucede y siempre tratar de identificar lo bueno o positivo que puede salir de esa situación. No digo que sea fácil pero con la práctica poco a poco se logra comenzar a visualizar opciones que marcan un resultado positivo y mientras mas se piense en positivo, cada vez se verá de menor tamaño la situación original y mayores cosas buenas comenzarán a suceder.
  • Visión: la visión es un factor determinante para la auto-motivación personal pues esta meta que tanto ansiamos se convierte en el gancho o ancla que nos ayuda a fijar nuestra mirada no en lo que está sucediendo sino en lo que queremos obtener y al lograr hacer este cambio de atención hacia nuestra meta, logramos enfocar nuestras fuerzas y emociones no en la aflicción del momento sino en las soluciones que podemos aplicar para brincarnos este obstáculo y poder alcanzar nuestro objetivo.

En resumen, las zancadillas del destino mas que ser un mal momento, son excelentes oportunidades para sacudirnos un poco de nuestra zona de comfort y replantearnos cual es nuestra actitud y nuestro norte de manera que como el torero podamos sortear el obstáculo y sacar la faena para conseguir nuestro objetivo.

Un líder comparte...Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Email this to someone
email

Comentarios

Comentarios